Redacción, 16 Nov. 2010.- Svetislav Pesic es un entrenador diferente. Su personalidad, sus métodos y su discurso difieren de cualquier patrón común, de cualquier cliché que pueda afectar a un técnico. Es, además, un hombre de mundo, que ha dividido su carrera y numerosos éxitos entre Sarajevo (entonces Yugoslavia, ahora Bosnia), Alemania, España y su natal Serbia.
Por todo ello, siempre es agradable compartir una charla de baloncesto con Svetislav Pesic. Hace unas semanas, en una de sus múltiples visitas a Barcelona, donde tiene un piso, acudió a la sede de la ACB para hablar de baloncesto, de su carrera y de sus expectativas. Ahora, aprovechando su reciente fichaje por el Power Electronics Valencia, repasamos su trayectoria, logros y particularidades.
Fue campeón de Europa como jugador
De Svetislav Pesic conocemos muchas cosas como entrenador, pero no muchos saben que en su vitrina reluce el trofeo de campeón de Europa como jugador. Soy el único entrenador en activo que lo ha conseguido, explica con una sonrisa, sin duda recordando cómo derrotaron al Emerson de Varese en Grenoble (Francia). También ganamos la liga varias veces, y en aquel entonces la liga yugoslava era la más fuerte de Europa. Estoy muy orgulloso de aquella etapa, concluye Pesic. El título europeo, la primera Euroliga de un equipo balcánico, llegó el 5 de abril de 1979, entonces un día antes de la conmemoración anual de la liberación de la ciudad a los nazis, y ahora efeméride de infausto recuerdo pues tal día de 1992 comenzó la guerra de Bosnia.
No quería ser entrenador
No quería ser entrenador, nos contaba en una entrevista en 2003: Estudié Económicas e intenté labrarme un futuro lejos del baloncesto, pero mientras ayudaba a mi ex equipo entrenando a jugadores jóvenes, añadía. Preguntado ahora por ello, recuerda que en realidad siempre fui un poco entrenador. Llegué al Bosna con 22 años, en 1971, junto a Tanjevic, mi amigo y luego técnico. Al acabar la carrera entrenaba jóvenes en el club y tuvieron problemas, me pidieron por favor que les ayudase un año y acepté: sólo un año, ok. Pero ganamos la liga yugoslava ese año y nunca dejé los banquillos.
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Lo ganó todo con una generación única
Toni Kukoc, Dino Radja, Vlade Divac, Sasha Djordjevic, Teo Alibegovic, Luka Pavicevic, Nebojsa Ilic, Samir Avdic, Slavisa Koprivica, Miroslav Pecarski, Radenko Dobras y Zoran Kalpic. Ésos fueron los 12 chavales, muchos de ellos verdaderos genios del baloncesto, que conquistaron el mundo para Yugoslavia en 1987, con el joven Pesic (38 años) de maestro de orquesta del posiblemente mejor equipo junior que haya existido. Durante tres años (1984-1987) ganaron cada partido que jugaron, triunfando en los Europeos Cadete y Junior y pasando por encima de Estados Unidos en el Mundial de Bormio87. Dos veces. En la primera fase recuerdo que Kukoc hizo 11/12 en triples, que debe ser un récord del mundo, revive Pesic, que no olvida a algunos de los grandes nombres del lado americano: Payton, Augmon, Larry Johnson, Pritchard... En la final tampoco hubo mucha historia, entonces con Radja y Divac tomando el relevo de Kukoc. Jugamos muy bien e introdujimos jugadores para el futuro de Yugoslavia, continúa el entonces seleccionador, con una gran responsabilidad ya que al principio había jugadores que eran mejores que Kukoc o Divac pero no tenían su talento, tuvimos que escoger a los que tenían más futuro y no fue sencillo.
De aquella final quedó también un recuerdo imborrable, con un sentido dramático con la posterior guerra fratricida que dividió al país... y a ese equipo: la foto de la celebración, del título. La hizo el fotógrafo español Miquel Àngel Forniés, hoy responsable de la comunicación del DKV Joventut, y Pesic le imprimió una copia a cada jugador y escribió en el dorso: Guarda esta foto. Nunca olvides lo que hemos conseguido juntos. El propio Pesic lo explica en el libro Big game, small world (2000), de Alexander Wolff: Cuando miro de nuevo aquella foto y pienso en la guerra, me siento muy triste. Aquellos años fueron mi mayor satisfacción personal, el resultado de años de vivencias y trabajo juntos. Es algo que mantendré en mi cabeza para toda la eternidad.
Un hombre lleno de anécdotas | |
Le llaman Kari, un apodo heredado de su infancia. Cuando tenía nueve años fui a ver una película y no paraba de hablar de ella y mis amigos decían que estaba muy feliz todo el rato, con lo que empezaron a llamarme Harry porque decían que me parecía a Harry Belafonte, cuenta en Big game, small world. De Harry a Kari, y así hasta ahora. ¿Pepsi o Coca-Cola? En la Copa del Rey de Sevilla 2004, al sentarse en el bar del hotel de concentración pidió una Coca-cola. El camarero, con acento andaluz, respondió Pesi (por Pepsi) y Svetislav argumentó Sí, yo Pesic. Quiero una Coca-Cola. Según cuentan varios testigos, el momento se prolongó durante unos minutos y al final, Pesic acabó consiguiendo su bebida. No sabemos la marca, eso sí. La mete desde media cancha y se queda tan ancho. En un clínic en septiembre para la Federación catalana, Pesic disertó dos horas sobre tácticas básicas de ataque y acabó diciendo que esto no sirve de nada si no anotas. Un buen ataque es sólo si la metes para lanzar acto seguido desde media pista y enchufarla para sorpresa de los asistentes. Tenía razón, claro. Su hija está casada con Jagla. Ivana Pesic se ha casado recientemente con el ex jugador del DKV Joventut e internacional alemán Jan-Hendrik Jagla. Entre tanto, su hijo Marko (ex internacional alemán) ha fundado Lumani 10,7, una importante empresa de representación y consultoría de marketing. |
Hizo campeona de Europa a la Alemania pre-Nowitzki
Dirk Nowitzki tenía 15 años cuando su país consiguió en 1993 por primera y hasta el momento única vez el título de Campeón de Europa. Lo hizo con Svetislav Pesic en el banquillo y con una selección que sorprendió a propios y extraños. No era favorita, por mucho que jugase en casa, y ya sorprendió eliminando en cuartos a España por 79-77, tras prórroga y con una canasta milagrosa de Welp. En semifinales cayó Grecia (76-73) y en la final de Munich, Welp volvía a decidir con un inverosímil 2+1: 71-70 ante Rusia y un oro histórico. Pesic había llegado al país en 1987 y se había encontrado con una selección en la que los jugadores no querían jugar porque no creían que se pudiera ganar. Fueron años muy complicados pero se consiguió un gran resultado. Tal fue su poso en el baloncesto germano que al término del europeo de 1993 se hizo cargo del Alba Berlín durante siete exitosos años (1993-2000), dirigió también al Colonia (2001-02), reside habitualmente en Berlín, tiene la nacionalidad alemana y su hijo Marko fue internacional con el país teutón.
Aquí se siente como en casa
El Power Electronics Valencia será el tercer equipo ACB de Svetislav Pesic, que ha dirigido ya a FC Barcelona (2002-2004) y al extinto CB Girona (2006-07). Aquí tengo muchos amigos. En Barcelona disfrutamos mucho, y más ahora porque cuando entrenaba al equipo mis amigos no paraban de decirme que era el mejor sitio del mundo pero yo no podía ver nada... Ahora sí, nos comentaba.
Interrumpe la charla una llamada de Nemanja Bjelica, pupilo suyo hace dos años en el Estrella Roja y ahora en el Caja Laboral (tiene todo lo que se necesita y es una buena oportunidad trabajar con Dusko, necesita estar un par de años con un entrenador que le respete como jugador y le exija cada día. Puede mejorar mucho en este club), pero en realidad no hace más que afianzar su relación con el baloncesto español.
En el Barcelona no me di cuenta de la presión que teníamos hasta que ganamos la Euroliga. Entonces los aficionados estaban contentísimos, había un ambiente tremendo en el Sant Jordi y al entrar a la rueda de prensa me pregunté: ¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos ganado? y lo entendí todo, lo difícil que era, que el club siempre se había quedado cerca pero no lo había conseguido y que si hubiéramos caído quizá el público hubiera perdido para siempre la paciencia, explica.

De aquellos dos exitosos años en el Barça, Pesic no olvida que ganar la ACB dos años seguidos fue mi mayor éxito. Había que trabajar muy duro y con continuidad desde septiembre a junio. Recuerdo que el año que ganamos la Euroliga luego teníamos que jugar la final contra un gran Valencia, y aquellos años era el Valencia de Oberto, Tomasevic, Rigaudeau (Nota: en realidad dice Rigatoni, en un divertido lapsus linguae) y muchos otros.
Luego Pesic llegaría a Girona para llevar al club a su único título europeo, la FIBA Eurocup en 2007. Ha sido algo sencillamente fantástico, decía en junio de 2007 en sus últimas reflexiones como entrenador gerundense: dirigiría luego a Dynamo Moscú y Estrella Roja, tomándose el último año sabático.